Ingresa tus datos, te contactaremos a la brevedad.
EduTech Centroamérica lanzó oficialmente su Plan de las Siete Cumbres, el cual permite a las instituciones de América Latina implementar proyectos de aprovechamiento de tecnología en centros educativos asegurando condiciones esenciales de éxito.
La presentación estuvo a cargo de Melania Brenes, actual vicepresidenta académica de EduTech, quién cuenta con una extensa experiencia en el campo de la educación y en proyectos de inclusión de tecnologías en los procesos de aprendizaje.
Brenes aseguró que para conseguir que estos proyectos tengan un impacto positivo sobre los resultados de aprendizajes y las metas educativas, se requiere una serie de condiciones que se encuentran materializadas en el Plan de las Siete Cumbres.
Durante el transcurso de casi 60 minutos, se procedió a explicar la relevancia del Plan en materia de inclusión de las TIC en centros educativos. En principio, se trata de motivar a la apasionante carrera por alcanzar la cima, es decir llegar a los objetivos planteados con el mayor éxito posible.
La elección del nombre ‘Siete Cumbres’ fue seleccionado por su referencia a la preparación y vocación que tienen quienes se disponen a conquistar los picos más altos del mundo.
Una metáfora para equiparar las destrezas de los montañistas para llegar a la meta, con las habilidades y competencias que deberán adquirir educadores y estudiantes para la inclusión de las tecnologías digitales en los procesos de aprendizaje de las TIC.
El Plan de las Siete Cumbres fue pensado para escalar de forma progresiva, es decir de menor dificultad a mayor dificultad. A su vez, propone un recorrido que no se agota, sino que invita a escalar estos reconocidos picos montañosos cada vez que sea necesario.
El trayecto será acompañado por especialistas de EduTech, quienes estarán a cargo de guiar los procesos y apoyar a los centros educativos dispuestos a cumplir con este apasionante desafío, que promete un sin fin de beneficios para la comunidad educativa en su conjunto.
Primero aparece el Puncak Jaya, el paso inicial que tiene la tarea de generar una visión compartida del por qué y el para qué de la incorporación de las tecnologías en los espacios áulicos.
Aquí es importante que el líder educativo identifique a todo el personal docente y administrativo que va a ser parte del proyecto. Pero también es relevante validar objetivos y metas que se pretenden alcanzar.
La segunda parada es el Monte Vinson, donde se debe tener en cuenta si se dispone de las condiciones tecnológicas adecuadas y suficientes para poder introducir los cambios metodológicos o las pedagogías.
Por ejemplo, revisar el ancho de banda para que se puedan visualizar correctamente imágenes, reproducir vídeos o audios. Requisitos calificados como ‘insoslayables’ para empezar el camino a las Siete Cumbres.
En Monte Visión también interesa conocer las condiciones tecnológicas de las personas, estudiantes y docentes para llevar a cabo la implementación del proyecto. De este modo, resultará más efectivo llevar adelante procesos de aprendizaje híbridos.
El Monte Ebrus está destinado a buscar el aprovechamiento educativo de las TIC en un espacio curricular. Es decir, que se especifiquen las acciones, en el espacio y tiempo en que se van a implementar. Una etapa que debe estar alineada con el desarrollo profesional o de gestión educativa.
El Kilimanjaro es el cuarto escalón de estas Siete Cumbres. En esta cumbre se realiza un diagnóstico y preparación inicial del equipo docente. Cabe resaltar que el plan provee asesoramiento en cada una de las etapas para lograr la efectividad durante todo el año escolar.
A dos pasos de finalizar el recorrido, la propuesta se encuentra condensada en la figura del Denali, espacio donde se debe llevar a cabo la capacitación profesional vinculada al proyecto. Aquí es fundamental reconocer las competencias digitales docentes para poder fijar un equipo institucional que funcione como mentor, al tiempo que apoya de forma colaborativa a todos los participantes.
Cuando se llega al Aconcagua ya se está en condiciones de poder medir el impacto del proyecto por medio de informes intermedios que ofrecen los programas informáticos. Entonces, se sabrá que tan efectiva fue la estrategia utilizada, como también tomar acciones nuevas acciones que mejoren los resultados.
Por último, en la última cumbre se resume todo el trabajo y la preparación que se llevó a cabo hasta este momento. En el Monte Everest se pueden evaluar los alcances y las limitaciones, pero a su vez reconocer a quienes fueron parte del proyecto, a modo de motivación para lograr el compromiso del personal para las iniciativas que se buscan desarrollar.
La ventaja de Las Siete Cumbres es que se pueden realizar las veces que sea necesario. Es decir, la cima no es el final, el recorrido se retroalimenta de tal forma que cada vez que se pone en marcha se motiva a revisar, mejorar y optimizar los pasos y resultados.
El Plan de las Siete Cumbres se encuentra disponible como una guía práctica para todas las Instituciones de América Latina que busquen mejorar los procesos de incorporación de las TIC, o un acompañamiento para tener un recorrido que sea no sólo educativo, sino alentador y de aprendizaje continúo.
¿Necesitas más información? Contáctanos por el siguiente formulario para responder tus consultas.